Blogia
Vive y Deja Vivir

Corazón

30 de octubre de 2009

30 de octubre de 2009

Un pasito más... y seré esposa, jajjaja. Esa es la fecha, pero por lo civil, ¿eh?

Así que ando soñando, pensando, organizando, haciendo números imposibles con euros inexistentes, y volviéndome loca en un foro, con los detalles, con el vestido...

Si es que los cuentos de hadas me han hecho mucho mal. Y una renegaba, y no quería, y ahora ya no piensa en otra cosa.

Y con lo que nos ha costado el trámite del expediente matrimonial, por aquello de que mi bomboncito es extranjero, casi es un milagro que ya tenga fecha, e ilusión.

Cosas que pasan

Cosas que pasan

Nada, que ya no prometo nada, ni a vosotros, mis casuales y esporádicos lectores, ni a mí misma. Soy incapaz de escribir constantemente (¡quién lo diría!).

Pero sí me animaré a informar de mis novedades...

Por ejemplo, que me caso.

Para más información http://viveydv.blogia.com/2006/062101-bomboncitos.php

Ahí queda eso
.

18 semanas

18 semanas

De momento todo va bien. Creía que contaría con pelos y señales cada instante de mi embarazo, pero parece que no saco fuerzas para escribir una línea decente. Y eso que es una buena época para mí.

Estoy ahora de 18 semanas, y si todo va bien (la eterna frase), en un par de semanas, me dirán si es un niño o una niña. Y de momento, no he tenido nauseas ni mareos ni altibajos emocionales, que suelen ser los peores síntomas que se suelen sufrir. Lo único es que me iba durmiendo por los rincones y unos pechos enemigos que me impedían bajar escaleras, correr para coger el bus y hasta reir (chicas, seguro que sabéis de qué hablo).

En los primeros análisis y revisiones, los del primer trimestre, todos los resultados fueron buenos: no tengo el sida, ni diabetes gestacional, ni infección de orina, ni preclamsia, ni colesterol, ni anemia, ni tensión alta, ni el RH negativo, ni ninguna cosa más que se pueda tener. Si no has pasado por un embarazo, pero te lo estás pensando, o peor, lo estás buscando, olvídate: si te parece difícil conseguir el ansiado positivo, quedarás alucinada con todos los miedos que pasas conforme avanzan los días. Nada te prepara para esto.

Y no hablo de lo económico, que también aterra: guardería (200 € por mes + un sinfín de extras), carrito (el que te gusta vale más de 500 €) y el que puede comprar no baja de 250, vitaminas, leche artificial, que nunca se sabe, vacunas que no entran en la Seguridad Social, ropa horrorosa que no te sentará bien a precio de Chanel, y el ajuar del bebé, que, si no compras lo más caro ya se encargan todas las marcas comerciales de hacerte sentir culpable por no darle lo mejor a tu bebé,...

Hablo de todas las cosas horribles que le pueden pasar al bebé: primero es el miedo al aborto en el 1er trimestre, y la incertidumbre de si estará vivo entre ecografía y ecografía, si cuando nazca tendrá espina bífida, labio leporino, síndrome de down, o alguno de los que no se detectan por amnio o eco. El demonio de las malformaciones se asoma en cada pesadilla. O si la muerte súbita acabará con él a los pocos días de haber nacido. Siempre tienes una amiga a la que su prima o su cuñada le pasó esto o aquello, y perderán el culo para contarte todo lo malo con pelos y señales.

Luego está el miedo al parto (episiotomía, forceps, epidural, cesárea,...) y el postparto (estrías, insomnio, grietas, la cuarentena)

Y el peor, ¿seré una buena madre?

En fin, que todo está, de momento (¡cómo no!) bien. Ya vendré con más cositas alegres.

Si por lo menos lo notase ya... Me hablan de un aleteo de mariposa, o un serpenteo, pero creo que yo solo tengo gases...

Por cierto, no me digáis que la eco no se ve bien: Está del perfil izquierdo, y se ve la frente, el ojito, la nariz, el paladar, la mandíbula, el cuerpecito y una manita Sorprendido

Un sueño...

Un sueño...

que, por fin, se cumple.

Hoy también es mi día.

¿Huida cobarde o un pasito adelante?

¿Huida cobarde o un pasito adelante?

Hombre, por dios! Cobarde es una palabra un poco fuerte. Yo diría, más bien, "prudente". Al fin y al cabo es por su bien. Casi ocho meses con el bomboncito, y, de cierta forma, he alargado el asunto porque me convenía... digamos... anímicamente Riendo. Pero esto ya no tiene color: él venga a querer compartir mi espacio, mi vida, hasta mi mismo aire, y yo deseando volar y volar libre, o al menos, tan libre como yo quiera. Al final no será cobardía, sino salud mental. Bueno sí, soy un poco egoísta, pero, si no miro yo por mí, ¿quién lo hará?

Se abre ante mí todo un mundo de posibilidades ¿Quizá una nueva senda en este caminar mío?

Por las que preguntasteis, mi cumpleaños, tranquilito pero muy bien, con la artífice de toda yo, mi mamá Sonriente. ¿Mis felicitaciones no virtuales? Mi amado y nunca olvidado ex, mi mami, mi mejor amiga, mi compi del trabajo, mi futura compi y amiga, una ciberamiga, por sms, otra compi del trabajo con su hijo (que ricura, me cantó el japi birdei).... y todo aquel al que pude decírselo, jajajaj. Me encanta que me feliciten en ese día, y sobre todo que recuerden que ese día ha llegado.

El año pasado comí con mi madre, y luego la acompañé al hospital, donde quedó ingresada para una operación programada (salió bien, y sí ese fue mi deseo al soplar las velas, sin tarta, en el banco de la cocina), el egocéntrico chico con el que estaba me devolvió, justo ese día, todos los espacios que ocupaba en mi casa y en mi corazón; fue el quinto comienzo del ¿fin? con mi ex... Fue un poco más raro. Este año, sin dudas, ha sido mucho más alegre. Y, además, nadie se ha columpiado en mis orejas, jejejeje, que mis años ya son muchos...  

Un día especial

Un día especial

Hoy ya está siendo un día especial, y son sólo las ocho de la mañana. En quince minutos uno hace un repaso mental de las personas amadas, de los conflictos sin resolver, de los sueños al alcance de los dedos, y aunque nunca es bueno mirar atrás, también una vista a los errores cometidos. Bagage personal. Equipaje de vida. "Caminante, no hay camino..."

Un año más.

imagen "extraida" de http://www.bellavistaordesa.com

Estoy ñoña

Estoy ñoña

Pues sí. Da igual lo que diga o escriba. De repente, una canción te hace recordar la sensación, y sientes que te falta algo. No es nada imprescindible. No te morirás si no lo tienes, ni te corroe una envidia sana si ves que a tu alrededor todos han caído. Normalmente sonríes con lástima y das gracias por haberte librado. Tu tiempo es tuyo, tu ocio es libre, y tú mismo eres el centro de tu universo. Y, de pronto, una estrofa, una conversación, una mirada, o un perfume te sorprende con una media sonrisa y un medio anhelo en el alma...

¿Los culpables (casi en exclusiva)? Las que me sufren en estos días lo saben... ¡Hombres G forever Riendo

"Yo quiero un poco más, que salir sólo a cenar, quiero verte soñar y a tu lado despertar, yo ya no sé vivir, si no puedo sentir sólo un poco más [...] Te quiero mirar a los ojos, ponerte un anillo de oro, y que estés en mi vida por encima de todo" (Un poco más - 2004)

¿Serán las hormonas?

El beso de Robert Doisneau

El séptimo sentido

El séptimo sentido

Hay quien lo llama intuición femenina, sexto sentido o inteligencia emocional. Pero el número 7 me gusta más, y seguro que, si me pongo a contar, encontraría un sexto anterior al séptimo.

Bueno, al grano. Hablo de ese tufillo debajo de la nariz que, leve pero persistentemente, te hace pensar que algo no va bien. Y las señales son muchas. No sé si será que mi cumpleaños está cerca (y me vuelvo más perceptiva con la edad) o que simplemente los planetas se han alineado y me encuentro en el centro de la vorágine.

Si, es cierto, el universo no gira alrededor mío, pero en estos días... no sé. Algo no va bien. El trabajo no va bien, ni con el bomboncito, ni mis sueños (no los de despierta, esos van genial, sino los que no puedo controlar) ni mi relación con mi pseudofamilia, tampoco soy muy buena amiga ultimamente y la subida salarial no ha sido tanta como esperaba (¡cómo no hablar de pasta!). Creo que los dos únicos temas que llevo decentemente son mi cura de desintoxicación y el intacto amor de/por mi madre.

Normalmente suelo decir que estoy super feliz y super contenta con mi vida, pero eso no quiere decir que no me ENCANTARÍA poder girar las manecillas del reloj hacia la izquierda por un buen rato.

Foto "extraida" de www.fotografia-digital.info

Una de cuentos

Una de cuentos

Mi cabeza le está dando estos días vueltas y vueltas a una idea. A veces en la vida nos acomodamos de tal forma por miedo, que no avanzamos. Sabes que ahí fuera hay algo más, pero el miedo, por ejemplo a la soledad, hace que apenas exploremos nuevos rumbos.

Nos enseñan desde pequeñas que el amor existe, que debe ser uno para toda la vida, que nuestro príncipe azul sabrá vencer todas las dificultades para llegar hasta nosotras y seremos felices para siempre, aparte de comer perdices, que no se yo si saben igual que el pollo, y están igual de ricas al horno. En fin.

Cenicienta, Blancanieves y Rapunzel son cuentos que deberían estar prohibidos por perniciosos y por vender una realidad que no existe, salvo increíbles y honrosas excepciones. De todas las amigas que he tenido, sólo conozco una que está con su primer amor, lo son el uno del otro: enamorados desde los 13 años, fidelidad absoluta, una boda de ensueño, un adosado de tropecientos millones, una niña hermosa... vamos el cuento hecho vida real. Y pare usted de contar.

El resto de los mortales hemos aguantado un palo sobre otro con cada nuevo intento de empezar una relación. Nos han mentido, nos han dejado tirados, nos han decepcionado, nos han tomado el pelo. El que sabe qué hacer en la cama, no se le puede sacar a la calle. El que tiene don de gentes, nunca tiene tiempo para ti. El que es muy trabajador es más aburrido que pared. Por lo que hay que concluir que el príncipe/princesa azul, o no existe , o está con otra persona (los hombres buenos están todos casados). Tampoco somos nosotros capaces de ser "ideales de la muerte". También hemos mentido, hemos jugado a dos bandas, nos hemos conformado con lo que había más a mano, nos hemos dejado querer mientras nuestro corazón sufría por otra persona. Un desastre de cuento, vaya.

Así que habrá que ir entendiéndolo, y obrar en consecuencia. Hay que ser capaz de romper los lazos que nos atan, y no tener miedo de arriesgarse. Y saber que, si al final no sale bien, podemos ser independientes, esperar un poco más, no tener miedo a dormir solos, ser capaces de liarte con alguien y no pretender casarse después de la primera cita, aprender a ir de viaje solos, disfrutar de un buen paseo con el mp3 en las orejas y esperar que ese amor que nos vendieron, llegue convertido en algo real (las mujeres tienen pelos en sitios incómodos y no llevan siempre tanguita y los hombres roncan y beben cerveza)

Ahora sólo tengo que aplicarme el cuento.

Habita en ella...

Habita en ella...

Habita en ella una mujer que no lloró cuando el chico con el que vivía la abandonó el día de su cumpleaños.

Habita en ella una mujer que llora cuando sus amigas se mudan a pastos más verdes.

Habita en ella una mujer que no entiende ciertas formas de amar, y por eso, ni las practica ni se preocupa de qué hace el vecino o vecina cuando cierra la puerta de su casa. ¡Faltaría más!

Habita en ella una mujer que, por encima de todo, entiende que el verdadero amor trasciende de los cuerpos.

Habita en ella una mujer que hubiera sido feliz de haber tenido una sola pareja sexual para toda la vida.

Habita en ella una mujer que sonríe pudiendo usar más de una mano para contar las muescas del cinturón.

Habita en ella una mujer que no entiende el rencor ni la venganza.

Habita en ella una mujer que bloqueo la cuenta de correo de "ese" traidor que la dejó tirada.

Habita en ella una mujer que siempre creyó en Dios, y que en el fondo teme renegar de su catolicismo.

Habita en ella una mujer que siempre creyó en el poder mágico de la Naturaleza, y le ora a la luna.

Habita en ella una mujer alegre, bailarina, trasnochadora.

Habita en ella una mujer que no salió en nochevieja, por pereza.

Habita en ella una mujer hermosa, presumida, hasta narcisista.

Habita en ella una mujer que sabe de sus limitaciones estéticas, de sus formas redondas, de su exceso de peso, de su lejanía con los cánones de belleza.

Habita en ella una mujer que valora la relación con la familia.

Habita en ella una mujer que da gracias por ser hija única.

Habita en ella una mujer que adora el orden y la limpieza.

Habita en ella una mujer que odia fregar.

Habita en ella una mujer que es consciente de que "más vale estar sola que mal acompañada"

Habita en ella una mujer que no puede negar que "más vale pájaro en mano que ciento volando"

Habita en ella una mujer que, con entusiasmo cegador, emprende mil y un proyectos.

Habita en ella una mujer que, con el fulgor de una estrella fugar, se aburre a las primeras de cambio, y abandona.

Habita en ella una mujer que sabe querer.

Habita en ella una mujer que no quiere volverse a enamorar. O sí, pero no sabe cómo volver a querer. O a quién.

Habita en ella una mujer ansiosa, adicta, voluble, mandona y cotilla.

Habita en ella una mujer realista, juiciosa, cabal, humilde y que vive y deja vivir.

Habita en ella una mujer persiguiendo, creyendo, un sueño, un mundo mejor.

Habita en ella una mujer que sabe que el dinero sí da la felicidad.

Por todo esto, y por mucho más, esa mujer entiende que no es de este mundo, que es de este mundo, que adora este mundo y no le gustaría estar en ningún otro sitio. Y sin embargo, quisiera volar...

Se agradecen comentarios.

Nuevos y fríos horizontes

Nuevos y fríos horizontes Hace muchísimo frío. Odio el calor, así que debería estar contenta. Pero hace tanto frío, que ayer me anudé un forro polar a la cabeza (y estaba de todo menos bonita), mientras investigaba por internet sobre mi nuevo "proyecto". He decido (mientras no se me pase) que quiero ser funcionaria , ya sabéis: trabajo estable, escaso y cómodo, salario interesante y mobbing asegurado si una trabaja demasiado. No sé si fue el alcohol de la cena de navidad con mis compañeros, o la certeza de que, aunque me encanta mi trabajo, no es probable que quiera/pueda estar en él hasta los 65, y viendo el panorama de la empresa privada, no se me ocurre mucho más. Así que empecé a demostrarme a mí misma que aún puedo retener grandes cantidades de información innecesaria, y he comenzado a memorizar los primeros artículos de la Constitución, jejeje. Si no me aburre demasiado, pueda que lo consiga.

Y con tanto frío, ¡qué mejor que dedicarme arduamente al estudio! El bomboncito de las narices me tiene más que harta, con tanto amor, tanta dependencia, tantos besos y tanto querer vivir conmigo. Y a mí, ¡me está dando urticaria! Una cosa es tener un rollito disponible y alguien que te diga SIEMPRE lo hermosísima que eres, y otra cosa muy distinta es ceder espacio y tiempo, cambiar ocio y prioridades vitales por un (con perdón) buen polvo. ¿Cuáles serán sus ocultas intenciones?

Echo de menos el tiempo en que la vida era más sencilla, en la que estaba locamente enamorada y deseaba pasar todo mi tiempo con una sola persona, en la que ansiaba casarme de blanco y por la iglesia, en la que mi mayor problema era qué comprar para San Valentín que no hubiera repetido ya. Echo de menos esa juventud en la que encontrábamos tiempo para estar con el novio, con las amigas, con la familia, y el trabajo no absorbía cada minuto del día, cuando no sabía qué pasaba en el mundo, cuando los periódicos se usaban sólo para limpiar las ventanas y el telediario era la continuación natural de los Simpsons.

Supongo que nada de eso ha de volver. Mis amigas me dicen: "Lo que pasa es que tú no estás enamorada. Ya te llegará". Pero el problema es que he estado enamorada toda mi vida, he entregado mi corazón en cada relación, y al final, todo se reduce a volver a empezar, a dar sin recibir, y, nuevamente, disfrutar de mi casa para mí sola, mi tiempo, mi vida, y todo lo que venga a interferir en eso, me sobra.

El frío no ayuda. Apenas puedo escribir mientras se me caen los mocos y se me agarrotan los dedos. Mañana es nochebuena, y aún me quedan regalos por comprar. Una de mis amigas se va de la ciudad, y siento que la voy a echar terriblemente de menos. Mi mejor amiga sigue enfadada conmigo, y yo, mientras la echo de menos, la llamo y cuelgo y pienso en qué decirle. Y no sé qué decirle. Y mi bomboncito sufre por mi "no estoy preparada". Y tengo a mis ciberamigos olvidados, y la casa hecha una porquería.

Supongo nuevamente, que mañana será un día mejor.

Me duele la cabeza

Me duele la cabeza

¿Será por el calor? ¿Será por no haber dormido nada, luchando contra las pesadillas? ¿Será por haber cenado muy sano - merlucita plancha- con una bebida no tan sana -vinito de garrafa? ¿Será por verme obligada a cogerle el móvil a todo aquel que me llama? ¿Será por tener que consolar a quien lo necesita, cuando yo necesito que me escuchen las mismas cosas, los mismos rollos una y otra vez? ¿Será porque me quedán 100 euros para acabar el mes (risa histérica aquí) y tendré que volver a tirar de la tarjeta de crédito? ¿Será porque el mundo es una porquería? ¿Será porque mi pecé está agonizando y sí o sí tengo que comprarme otro? ¿Será porque el puñetero patio de manzana cierra las vistas que tenía cuando me compré mi piso y casi nunca puedo ver ya la luna llena? ¿Será porque hace casi dos meses desde que me despreciaste y, en lo poco que dormí, soñé contigo? ¿Será porque voy a gozar con él, y él seguirá creyendo que me ama?

Demasiadas preguntas, demasiado calor. Y no llueve.

El secreto de la eterna juventud

El secreto de la eterna juventud

Pues ahora mismo ando de descubrimientos. ¿El último? El de la eterna juventud, o al menos, cómo prolongar un poco esta mi segunda juventud. Supongo que os acordáis de mi bomboncito: aún por criar, hermoso, entusiasta, resistente y siempre con una sonrisa enorme en la cara... Pues ahí vamos, dejándome mimar y dejando que multipliquen, aunque no lo necesitara hasta estas cotas, la autoestima.

Y es que llega "una edad" en la que, si en tu horizonte no hay una familia propia, léase marido e hijos, parece que estás dejando transcurrir tu vida, parece que la malgastas. Así que me hallo en un intermedio extraño. Quizá no me dure, que 9 años y pico de diferencia son muchos, pero lo estoy disfrutando alegremente. Es divertido guiar, modelar, manejar, y como agradecimiento un "mis ojos tienen nostalgia de ti", y el nudo en el estómago se extiende hasta las puntas de los dedos.

Sentirse hermosa, deseada, necesitada, descubre la lozanía del brillo de los ojos, renueva la tersura de la piel y hace que sonrías más a menudo. Y te sientes mejor por fuera y por dentro. No sé muy bien que hago, dejo la reflexión para otras cosas, y me dedico a vivir el momento.

¿Os ha pasado? ¿Aún continúa? ¿Por qué acabo? ¿Acabó bien o mal?

Ooooommmmm

Ooooommmmm

Estoy aprovechando (en sentido figurado, claro) mis vacaciones. Me acuesto tarde, muy tarde, viendo la tele. Me levanto casi a mediodía. Intento tomarme el café en el ordenador (aquí la intención es por este maldito ordenador que a duras penas se enciende). Me vuelvo a la  tele. Como cualquier cosa, friego los platos, hago la cama (ahora no tengo excusa), me siento en el comedor, y sigo viendo la tele.

Supongo que pueden parecer unas vacaciones de lo más aburrido. Pero teniendo en cuenta que:

1. No me gusta viajar. 2. No me gusta el calor. 3. No me gusta la gente

lo mejor que puedo hacer es lo que hago. ¿Ver la tele? No sólo eso. Estoy reflexionando.

Reflexiono sobre la gente que me ha tocado en suerte y en desgracia, falsas amistades, falsa familia, falsos compañeros y compañeras, falsos amores, falsos admiradores.

Reflexiono sobre mi cuerpo, mi salud, física y mental, sobre mis vicios, sobre mis aficiones, sobre quién soy, qué hago aquí, por qué nada resulta como deseo.

Y después de mucho reflexionar, al final, me doy cuenta que, lo mejor que puedo hacer, es seguir viendo la tele, llenándome de las vidas y acciones de otros, porque, por aquí, todo está "cerrado por vacaciones", hasta mi pobre y castigado corazón, que dentro de poco, dejará de sentir (y de sufrir). Espero, eh, supongo.

Libre

Libre

Libre. Excarcelada. Infeliz.

Por fin salí de mi carcel, de MiCruzParticular. Y, aunque sé que es lo mejor para mí, seguir adelante, digo, no es lo que yo quería. Adoro ser prisionera de sus ojos.

Ayer le llamé, después de dos semanas sin saber nada de él, impaciente que es una, para saber si estaba bien, que dos semanas es mucho tiempo. Le pregunté si había algo que quisiera decirme, que era el momento, que no le diera mal rollo explicarme si sucedía algo. Y me dijo que estaba bien, que no había nada que quisiera decirme y que lo que le daba mal rollo era responder a todas esas preguntas.

Le pregunté qué había pasado en este tiempo, y me contestó que había seguido en Zaragoza, que volvió el sábado por la tarde y que tuvo que trabajar el mismo domingo. Y me dijo: "Te dice que no te quedaras en casa". Le dije que no me había quedado en casa, pero con quien yo quería estar era con él.

Entonces lo entendí. Catorce años de amor, desde nuestro primer beso, y catorce mil peleas son más que suficientes para él. Ya no quiere más, ya no me quiere en su vida, ese amor que yo intentaba redescubrir, se transformó en otra cosa. Ese oleaje intenso, esa cascada de sentimientos, se convirtió en el hilillo de agua de un caño del pozo de un pueblo. Sí, agua es, fresca, limpia, pero ¡tan escasa!

Y me dije a mí misma que ya estaba bien. Que me merezco muchísimo más. Que me merezco ser el centro en la vida de alguien. Que me merezco ser el primer pensamiento cada mañana de ese alguien enamorado, loco, ilusionado.

Es hora de seguir cada uno en nuestra barca, libres los dos, tú al Sur, yo hacia el Norte, que nunca me gustó el calor. Y esta vez, ya nunca nos cruzaremos de nuevo. Sé feliz, porque libre ya lo eres. Seré feliz, y aprenderé a ser libre. 

Adiós, Quique, mi amor.

Mi cruz y mi deseo

Mi cruz y mi deseo

El hombre de mi vida,

mi costilla,

mi novio,

mi churri,

mi amante,

mi sueño,

mi verdadero amor...

Al final todo se reduce a un nombre.... MiCruzParticular, que es el castigo que dios me ha enviado por querer dorminarlos a todos.

¿Os gusta mi nuevo anillo? Si hay por ahí alguna bruja mala que me diga como activarlo, estaré muy agradecida.

Me siento lenteja

Me siento lenteja

Este fin de semana ha sido agridulce. Feliz con mi familia, con mi mejor amiga, de discoteca (¡cuánto tiempo!), pero triste… sin ti.  

Me siento como las lentejas, que si quieres las tomas... 

Nuevamente desapareciste, y no tengo ganas de llamarte, ni de buscarte, y, sin embargo, me quedo con las ganas de saber si me echaste de menos, si pensaste en mí y te reprimiste, si todo lo desgrano y lo imagino, y me autoengaño, y ni siquiera recordaste mi nombre. 

Pero el tiempo pasa, y la oportunidad te la guardo. ¿Me llamarás hoy? ¿Mañana? ¿Volveré a verte?  

Eres un ingrato.

Duda razonable

Duda razonable ¿Dónde acaba un sueño, un deseo, una fantasía, y empieza realmente el camino hacia la infidelidad?  Sientes amor romántico por un hombre, quieres compartir tu vida con él, y luego, a la menor oportunidad, tus pensamientos te llevan a admirar otro cuerpo, a desear un tacto más íntimo con un desconocido, con alguien cercano que te mira con deseo, que utiliza palabras que te excitan, que te enervan. Sabes que no has hecho nada, más que en tu mente. Así que no te sientes culpable. Y luego miras a tu hombre, mientras duerme a tu lado, y no tienes tan claro que quieras yacer con algún otro.  Pero cuando tu hombre no está, cuando os habéis enfadado, cuando no encuentra tiempo para verte, y te dice "No tengo planes aún para el fin de semana" sabiendo que tú le esperas ansiosamente, decides seguir adelante y quedas a tomar café con otro tipo, que te dice que está feliz de poder compartir tiempo contigo, que está encantado de haberte conocido y que alguien como tú se haya fijado en él. Y todo se te remueve.  Y cuando te toca la mano, de forma casual, vibras; y cuando debería haberse sentado enfrente tuyo, y no lo hace, y se sienta a tu lado para poder rozar su rodilla contra la tuya, no te apartas; y cuando le miras a los ojos, y bajas la mirada hasta sus labios, no puedes evitar pensar en su sabor, en cómo será su tacto, y la tensión te hace volver rápidamente a tu café.  Y ya no tienes tan claro ser una buena persona. Y te preguntas, ¿sería capaz de hacerlo, si sé que nadie se va a enterar, si él no se va a enterar? Y sientes que tienes derecho, que eres una mujer, joven, deseable, deseosa, abandonada y llena de energía y de razones. ¿Lo harás?

 

Romántica

Romántica Pues así me siento... romántica.

En dos horas y media "el hombre de mi vida" vendrá a estar conmigo. Mañana se va una semana a Zaragoza, por trabajo, y, me ha propuesto quedarse aquí, dormir aquí, despertar juntos, ser una pareja, por 14 horas. Él no lo sabe, pero esto le va a acercar más y más a mí. Tengo hecha la comida, las sábanas limpias, los nervios de punta y todo el amor del mundo.

Perdón, pero hoy me siento así. No sé si mi renovada adicción a las telenovelas me tiene en este estado, pero estoy emocionada, con el corazón henchido, los brazos abiertos, y la sonrisa, ¡como no!, en los labios. Lo amo.... (definitivamente, tanta telenovela no puede ser buena, jajajja)

En dos horas y media me hundiré en sus ojos, las palabras fluirán, miles de besos nos romperán los labios... y mañana, cuando amanezca, él estará a mi lado, como hace mucho tiempo, como nunca debió dejar de ser.

La mosca y la araña

La mosca y la araña

¿Que no está bien? Ya lo sé. ¿Que debería ser más buena y menos manipuladora? Pues, también. Pero esta semana soy de las que opina que, en la guerra y el amor, todo vale. 

Supongo que después de este prólogo, está claro quien es quien en esta mascarada.  Aunque también supongo que la araña puede quedar tan enredada como la mosca en la tela, y al final, ambas gozarán de un buen… revolcón. 

No, en serio, parece que todo está siendo mucho más que esto. El rubor se apercibe bajo los rostros morenos; las sonrisas, cómplices en esos días en los que se pasea, y se charla, y es de día, y no estamos en casa; se habla de promesas para el futuro: "¿Esto podríamos repetirlo cada semana?" Y asiento. ¿A quién no le gusta compartir un rico kebap en una cafetería de una transitada calle peatonal, bajo una sombrilla enorme, donde sopla el viento, caliente, pero viento al fin, y ambos, mosca y araña, se rozan los corazones con disimulo? 

En fin, que sólo puedo sonreír como una boba, y pensar si seré capaz de contener mi impaciencia y ser más lista, y al final, ser feliz. Felices.