Cariño, me han secuestrado
Pues sí que.... Aparece hoy en 20minutos.es la noticia del impresentable que, queriendo pasar la nochebuena con su querida, no ha dudado en mentirle (nuevamente) a su señora, llamándola y haciéndole creer que estaba secuestrado por dos negros.
Mal por tener una amante, sin decirle que estaba casado; mal por no querer pasar la nochebuena con sus hijos y su mujer; mal por hacer gastar dinero publico para ocultar su cochinada y dejar que los agentes no pudieran estar con su familia el día de Navidad; mal por su evidente racismo. Mal, mal, mal.
Y lo peor, confesar. Porque no nos engañemos, hombres y mujeres infieles, los ha habido, los hay y los seguirá habiendo, pero, ante todo discrección.
Supongamos que la mujer lo quisiera (que haya denunciado a la policía así lo indica). Se puede perdonar una infidelidad, pero, ¿se puede perdonar que te hagan quedar en ridículo?
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Tramontana -