Incendiados
Me pides cosas que puedo darte, pero también voy a darte todo lo que tu alma, que se entiende con la mía (me lo dicen tus ojos), me grita desde el fondo, aunque tu boca, pequeña y querida, me dice que no lo quieres. Tu cuerpo, que aún reacciona ante el mío, se deja llevar; y tu mente, aún dolida, huye de mí como un árbol de un fuego. Aleja las ramas, las hojas, las flores, pero ¿y las raíces? Entonces, se quema.
Anoche nos quemamos. No fue el fuego de antes. Quizá el combustible no era el mismo. Pero nos quemamos. Las heridas están abiertas, supuran, pero yo soy tenaz, y tu corazón, que ya está más cerca del mío, está de mi parte. Ahora sólo queda vencer las palabras que dices y quieres sentir, pero no creo que puedas. Dices que me quieres, y me rechazas. Dices que no podemos estar juntos, y te he visto gemir, y, entusiasta, tenderme la mano, y acercarme a ti.
Y el modo en el que pronuciabas extasiado mi nombre, resuena más alto en mis oidos que tu rechazo velado. Cometí grandes errores, pero también tú, y aquí estoy yo, y aquí estás tú. Como en una montaña rusa, a veces estamos abajo, cerca de tocar fondo, y, a veces, arriba, cerca de las nubes, pero lo cierto es que el pulso siempre está acelerado, la adrenalina subiendo, y la paz y la tranquilidad están al final de la vía.
P.D.: Para que se entienda, la cena y la charla, maravillosas; diversión, pasión, y también tensión y confusión. Por el momento pierdo esta batalla, por que no quiere volver conmigo. Pero creo que la siguiente la gano yo, porque no quiere (textualmente) estar sin mí. Seguimos en guerra. Arderá Troya.
8 comentarios
viveydv -
Angel Azul -
viveydv -
Ángel Azul, no sé si fuerte, pero desde luego, el que no arriesga... no gana.
Angel Azul -
Bohemia -
Besos
viveydv -
Y tú, Sergio. ¿Insensata, yo? ¿Por qué?
Sergio -
Qué error has cometido.
Maldita insensata.
Saludos.
Oceanida -
Miedo me da imaginaros.
Un abrazo.