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Vive y Deja Vivir

Habita en ella...

Habita en ella...

Habita en ella una mujer que no lloró cuando el chico con el que vivía la abandonó el día de su cumpleaños.

Habita en ella una mujer que llora cuando sus amigas se mudan a pastos más verdes.

Habita en ella una mujer que no entiende ciertas formas de amar, y por eso, ni las practica ni se preocupa de qué hace el vecino o vecina cuando cierra la puerta de su casa. ¡Faltaría más!

Habita en ella una mujer que, por encima de todo, entiende que el verdadero amor trasciende de los cuerpos.

Habita en ella una mujer que hubiera sido feliz de haber tenido una sola pareja sexual para toda la vida.

Habita en ella una mujer que sonríe pudiendo usar más de una mano para contar las muescas del cinturón.

Habita en ella una mujer que no entiende el rencor ni la venganza.

Habita en ella una mujer que bloqueo la cuenta de correo de "ese" traidor que la dejó tirada.

Habita en ella una mujer que siempre creyó en Dios, y que en el fondo teme renegar de su catolicismo.

Habita en ella una mujer que siempre creyó en el poder mágico de la Naturaleza, y le ora a la luna.

Habita en ella una mujer alegre, bailarina, trasnochadora.

Habita en ella una mujer que no salió en nochevieja, por pereza.

Habita en ella una mujer hermosa, presumida, hasta narcisista.

Habita en ella una mujer que sabe de sus limitaciones estéticas, de sus formas redondas, de su exceso de peso, de su lejanía con los cánones de belleza.

Habita en ella una mujer que valora la relación con la familia.

Habita en ella una mujer que da gracias por ser hija única.

Habita en ella una mujer que adora el orden y la limpieza.

Habita en ella una mujer que odia fregar.

Habita en ella una mujer que es consciente de que "más vale estar sola que mal acompañada"

Habita en ella una mujer que no puede negar que "más vale pájaro en mano que ciento volando"

Habita en ella una mujer que, con entusiasmo cegador, emprende mil y un proyectos.

Habita en ella una mujer que, con el fulgor de una estrella fugar, se aburre a las primeras de cambio, y abandona.

Habita en ella una mujer que sabe querer.

Habita en ella una mujer que no quiere volverse a enamorar. O sí, pero no sabe cómo volver a querer. O a quién.

Habita en ella una mujer ansiosa, adicta, voluble, mandona y cotilla.

Habita en ella una mujer realista, juiciosa, cabal, humilde y que vive y deja vivir.

Habita en ella una mujer persiguiendo, creyendo, un sueño, un mundo mejor.

Habita en ella una mujer que sabe que el dinero sí da la felicidad.

Por todo esto, y por mucho más, esa mujer entiende que no es de este mundo, que es de este mundo, que adora este mundo y no le gustaría estar en ningún otro sitio. Y sin embargo, quisiera volar...

Se agradecen comentarios.

5 comentarios

Angel Azul -

Habita en ella una mujer hermosa en todo el inmenso sentido de esa palabra.
Habita en ella un loco corazón que sueña con un amor improbable pero posible.
Habita en ella una sabiduría ancestral y una sutil intuición, magia y razón, sueños y realidad.
Habita en ella una mujer capaz de decir lo que siente y llegarte al corazón.
Habita en ella la dulzura y la dureza, la ternura y la dureza, el amor que no sabe de medias tintas, su propio dios que no sabe de religiones.
Habita en ella una mujer que nos inspira con sus palabras, que nos enternece con sus sueños, que nos da ganas de vivir.
Por todo eso y mucho más, gracias.

Julia -

Así somos todas, volubles, contradictorias, VIVAS!!!

Viva la vida.
Lindo.

monocamy -

"Habita en ella una mujer que hubiera sido feliz de haber tenido una sola pareja sexual para toda la vida."
No hubiera sido feliz. Habría sido feliz. Y, por cierto, no sé exactamente qué quieres decir porque el amor "trasciende de los cuerpos", de modo que el número de cuerpos no necesariamente influye en el resultado final de felicidad. (Es decir, si el amor trasciende de los cuerpos, esta reivindicación no tiene sentido, según yo).

"Habita en ella una mujer que es consciente de que "más vale estar sola que mal acompañada"
Esta otra frase podría darme, eventualmente, la razón, al respecto a mi comentario a la anterior.

"Habita en ella una mujer que siempre creyó en Dios, y que en el fondo teme renegar de su catolicismo."
http://monocamy.blogia.com/2005/050101--que-apostatamos-.php
No permitas que ninguna religión sea un obstáculo para comunicarte con Dios. No las necesitas. Está dentro de ti, esperando que le llames de una vez y le trates de tú a tú.

"Habita en ella una mujer que sabe que el dinero sí da la felicidad."
Incorrecto. El dinero da confort, facilidades, seguridad. Para alcanzar la felicidad se requiere involucrar el sentir y la incidencia del dinero en este último es mínima, por no decir NULA.

Fue lo que más llamativo me pareció y por ello lo comento. Un besito.

Loretto -

habita en tí, en mí, y en todas las de nuestro género... lo importante es que además de habitar, viva y deje vivir!!

Aynara -

Habita en ella una sociedad de sabias mujeres.
Besos