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Vive y Deja Vivir

Un amor

Ella se sabía observada. En la biblioteca no había demasiada gente ese día. Los viernes por la tarde solían ser bastante tranquilos. Y el hecho de estar en junio, y que los días fueran calurosos, era más que suficiente para que las playas estuvieran abarrotadas y fueran la mejor opción.

Pero cuando levantaba la vista del libro, del que ya había leído entorno a la mitad, y miraba a su alrededor, nadie la observaba, a nadie parecía importarle la soledad de la sala. ¿Quién se fijaría en ella?

Él la observaba. Escondido tras la estantería, no podía dejar de mirarla. ¡Dios, que hermosa era! Estaba prendado de cada una de sus gestos, del agrandamiento de sus ojos que llenaban su cara con la lectura de cada una de las páginas, de la curva de sus labios, que murmuraban las palabras que iba leyendo.

Hacía tanto tiempo que tenía medidas sus aficiones, los pasos hasta su casa, el camino al trabajo, a la biblioteca, el supermercado donde ella compraba. No hacía más que pensar en presentarse delante de ella, postrar su rodilla en el suelo y pedirle una oportunidad, una cita, un minuto de su compañía.

Pero los días pasaban, los meses pasaban , los años, ya más de 20 habían transcurrido, y él jamás se había atrevido a hacer algo más que mirarla.

Lloró cuando ella encontró un amor. Lloró, esta vez de alegría, cuando ella rompió con él, y volvió a llorar cuando la vió, sola, triste, consumirse en vida.

La seguía a todas partes, hacía guardia frente a su puerta, la espiaba por las noches, la esperaba de día, se sentaba tras ella cada domingo en la iglesia, y aspiraba el perfume de su cabello, a jazmín y té verde.

Y una mañana ella no salió de casa. Y las luces de abajo no se encendieron. Sintió como el coracón se le hacía chiquito en el pecho, pero decidió esperar un poco más, quince segundos más, un minuto más. Y no pudo esperar más.

Rompió la puerta de su casa, y la encontró tendida en el pasillo, apenas sin respiración, débil el pulso y pálida la frente.

La policía tardó diez minutos en llegar. La ambulancia dos minutos más. "¿Es usted su marido?". "¡Sí!" respondió él. Y no se separó de su cama, de su lado. Le salvó la vida.

Y ella sintió que una cálida mano sujetaba la suya. Y creyó que esa misma mano le arreglaba el cabello, y se enamoró, como una chiquilla.

Y ya nunca se separaron.

180 grados o el mundo al revés

O tengo la cabeza realmente llena de pájaros, o no sé ni dónde estoy parada. He descubierto que estoy enamorada, sí, pero de una persona que no lleva mis tiempos, que no me conviene, a la que no convengo, y que es y será siempre el hombre de mi vida.

En mi afán de verter mis inquietudes en este espacio, no puedo más que ser sincera: soy impaciente, a veces lloro, y ahora mismo, la vida me parece un auténtico asquito. Admiro a aquellos que tienen las cosas claras desde el principio, y luchan y consiguen lo que quieren, saben que tienen lo que se merecen. Como yo, pero todo mucho más higiénico, más sano.

Pero yo, perdida, sola, muerta de miedo y anhelante, sólo pido volver a tener diecinueve años, y retomar viejos caminos, cambiar las opciones tomadas, acariciar las oportunidades perdidas y comenzar de nuevo. ¡Quién pudiera desandar el camino!

Hoy la positividad es una palabra sin sentido, y, cuando me siento desolada, no puedo más que añorar el pasado, volverme auténticamente cursi, y esperar a que se me deshinchen los ojos, vuelva mi sonrisa y que él me perdone, me entienda, y entienda, como yo, que podemos ser felices separados, pero que sólo seremos completos si estamos juntos.

 

Pájaros en la cabeza

Pájaros en la cabeza

Mi último descubrimiento... ¿La conocéis? ¿Os gusta? ¿Os repele? ¿Os deprime y os encandila tanto como a mí?

Hoy soñé con Quique, y no me hallo, y me deprimo y no me entiendo a mí misma; y no puedo más que regodearme en ella....

Un saludo,

Miraba a la ventana y soñaba con ser un astronauta pisando la luna
y el cielo lo cruzaban galeones, delfines, cometas, falúas.
Y en la pizarra el profesor dictaba los teoremas.
En su cabeza sonaba el canto de un gorrión, pájaros en la cabeza.

Salía siempre tarde y castigado por no estar nunca donde debiera
y en casa le esperaban el tedio y la comida servida en la mesa.
De fondo el rumor de un televisor y madre suspirando.
"¿Dónde andas hijo mio? Siempre en las nubes," y nadie escucha el telediario.

Pájaros en la cabeza y volar
a donde las ventanas siempre están abiertas,
donde el humo de tus pasos nos enseña a vivir.
Pájaros en la cabeza y soñar
que aún contaré relámpagos contigo,
aunque el tiempo y la arena escondan el camino hasta ti.

El tiempo pasó y todos crecimos
-bueno, no todos, algunos seguían
mirando por la ventana y sobrevolando
la moqueta azul de la oficina.
En el trabajo aún se perdía
en la selva de sus sueños
y un grito le nombraba, le arañaba
y rompía el dulce sortilegio.

Madre aún seguía sirviendo la sopa,
"¿Cuándo sentarás la cabeza?
Un día la abriremos y bandadas de cotorras
escaparán de ella".

Él sonreía sin dejar
de mirar por la ventana,
soñando mundos mejores,
lluvias que caían sobre parejas que se amaban,
claveles en los fusiles,
barcos que sueltan amarras,
luces de faros, besos de mujeres que nunca,
nunca le miraban.

Pájaros en la cabeza y volar
a donde las ventanas siempre están abiertas,
donde el humo de tus pasos nos enseña a vivir.
Pájaros en la cabeza y soñar
que aún contaré relámpagos contigo,
aunque el tiempo y la arena escondan el camino hasta ti.

Una mañana de enero nuestro hombre
se subió a lo alto de la Torre España
para ver si al morder el azul gris del cielo
los pájaros callaban.
Mirando absorto la ciudad,
ni el rumor de su pecho escuchaba,
ni a madre, ni al televisor, ni a la oficina,
sólo un lejano batir de alas.

Cuando nos quisimos dar cuenta
nuestro chico había desaparecido.
Nadie en lo alto de la torre lo vio abandonar
la sombra gris del edificio.
Nadie lo vio caer al suelo,
nadie oyó sus carcajadas,
sólo el sonido de cien pájaros -o alguno más-
escapando de sus jaulas.

Nada se supo de este soñador,
del canto de sus aves,
hasta que llegaron cartas, retazos de sus alas
en forma de postales.

Pájaros en la cabeza y volar
a donde las ventanas siempre están abiertas,
donde el humo de tus pasos nos enseña a vivir.
Pájaros en la cabeza y soñar
que aún contaré relámpagos contigo,
aunque el tiempo y la arena escondan el camino hasta ti.

Pájaros en la cabeza y volar
a donde las ventanas siempre están abiertas,
donde el humo de tus pasos nos enseña a vivir

- Ismael Serrano -

I change my mind

I change my mind

Yo lo traduzco como... "A otra cosa, mariposa". Y es que la vida es dura, y divertida (la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida...) e inesperada:

- Mi madre está convaleciente de una operación: dos hernias (L4 Y L5), lo que me tiene anclada en su casa desde el día de mi cumple, sin PC, sin música, sin espacio...

- Gustavo no era lo que parecía (o sí, mentiroso, inmaduro, desechable)

- Quique (mi único y auténtico EX) ahí está, coqueteando con la "muerte" (o sease, yo)

Pues nada, que quería deciros, que por aquí sigo.... con menos tiempo, pero aún con ilusión..... por el blog, por el trabajo, por las amigas (el martes tengo una cena de chicas), por los bolsos, por el amor - ???-)...

Besitos para todos (os desafío a que me dejéis un comentario, a ver si así me entero de quién me lee)

Firmado: La niña de los paréntesis....

This is the end

This is the end

Pues sí, sí. Como siempre. Se acabó. ¡Menudo regalo de cumpleaños! No importan los sentimientos, el empeño, la ilusión, ...todo mi armario vuelve a ser para mi. Y no es eso lo que yo quería.

¿Cómo es posible que algo acabe sin avisar, sin que una se de cuenta? De pronto te da un abrazo, sentido, y te aprieta contra su pecho, como no queriendo olvidar el olor de tu pelo, y al día siguiente.... nada.

Mi hombre se fue, y ya no ha de volver. Lástima que me costará la broma unos 150 euros, porque se ha llevado las llaves.

En serio. Necesito un cursillo acelerado de cómo se comen los hombres. ¿Alguna voluntaria?

¿Y qué se hará con lo que una siente por dentro, con el vuelco en el estómago, con la ilusión de planificar un menú, con pensar en él día y noche? ¿Se acaba esto pronto, se acaba pasando?

No sé de qué me extraño. Así es mi vida. Ahora mismo, sin haber derramado ni una sola lágrima (gracias, Orgullo) ya no sé ni qué pensar, más que en la cara de gilipollas que se me ha quedado.

Si alguna vez habéis vuelto a casa pensando ¿estará?, y os habéis encontrado un enorme vacío, decídmelo. Decidme si fue vuestro/a EX la que os dio los mejores consejos y os subió la moral. Y sobre todo, decidme si os vengasteis. Prometí no enfadarme demasiado. Nunca prometí seguir siendo una niña buena.

Treinta y tres

Treinta y tres

Pues sí, hoy es mi cumpleaños. Treinta y tres solecitos, que nací a las 8 y media de la mañana. Me deseo lo mejor para este día complicado, en el que amanecí con miedo, sola y con algo de resaca.

Cada día al despertar, tenemos la oportunidad de crear momentos fabulosos, especiales y únicos. Vivid intensamente, sed felices y haced felices a las personas que tenéis a vuestro alrededor. Al menos, en el día de vuestro cumpleaños. Yo sólo prometo no enfadarme demasiado.

Completamente

Completamente

A veces soy completa,

quizás enamorada,

feliz, inquieta, esclava

a veces, y otras veces,

dormida y entregada,

y libre. Atenazada

entre sus fuertes brazos

y el dulce de su aliento,

que a veces enerva y a veces calma,

tiernas caricias, entre pluma y lava.

 

Pues eso, que por aquí sigo, con mi hombre, de trabajo hasta las cejas, y con una increíble vena romántica y poética que me embarga cual ... pato en el estanque. No os digo adiós, que sólo estoy durmiendo.

La mitad del armario

La mitad del armario

Llega un momento en la vida, en mi vida, en que una mujer ha de vaciar el armario a medias. Y entonces preparas una bolsa con lo que ya no te pones, con lo que ya no te cabe, con lo que no está de moda. Lo mejor es una bolsa de deporte, bien grande, que apenas puedas manejar, que ya vendrá tu churri, con su increíble fuerza masculina a subirla encima de ese armario que quedó medio vacío.

Y te sonreirá mientras observa como le vas informando: "Cariño, te he dejado libre la mitad del armario. Y tienes también a tu disposición un cajón en el mueble del comedor, y los 3 cajones de la mesita. ¿Tendrás bastante sitio?" Apenas puedes desembutir el jersey que te pones cada día, y mucho menos volverlo a guardar, pero estás feliz porque ya no duermes sola, porque no amaneces sola, porque hay alguien que también cocina, y compra, y elige qué ver en la tele, y utiliza tu ordenador, y te da un beso de camino al baño.

Pues lo dicho, ese momento mágico, ¡me ha llegado! Virgencita, qué me dure, que me quiera y que consiga ordenar la mitad del armario que me ha quedado.

La caja del tiempo

La caja del tiempo

Tenía en medio del pasillo una caja de cartón desde hace unos 3 años. Después de que mi madre me obligara a vaciar por fin mi habitación de los últimos años (a pesar de ya no vivir en su casa), me traje todos mis trastos y los amontoné como pude en dos habitaciones distintas. Y esa caja quedó ahí.

Aprovechando que hoy no trabajo, he estado enredando y enredando, y he reparado en ella. Total, no puede ser tan difícil acumular una caja más sobre las ya existentes. Así que, me he puesto manos a la obra, y ahora que he terminado, no me queda más remedio que intentar desmadejar este compendio de recuerdos y sensaciones. Algo parecido a la nostalgia.

He encontrado fotos mías de hace hasta 19 años: del viaje de fin de curso de 3º a París; de la vez que fui con mi segundo novio serio de acampada a Higueruelas; del San Valentín de 1994; la foto de David, el primer chico al que le dije que me gustaba, allá por los 12 años; con mi patrulla de los scouts en Cazorla. También he encontrado un mechero que me trajo mi primer amor de la mili, regalos comprados y regalos artesanales, libretas, diarios, cajitas de metal, mi reloj y la pitillera de plata que creía perdidos..... incluso la primera lista escrita de lo que me compraría cuando me tocara la lotería.

Me ha servido para recordar sensaciones que he ido relegando al olvido, como, por ejemplo, lo mucho que me han querido y he querido. Por supuesto que he llorado, que he estado triste, pero siempre sumergida en la maravillosa y feliz ignorancia de la adolescencia, de la inocencia. Y no se puede evitar pensar que, desde luego, cualquier tiempo pasado fue mejor. Es gracioso cómo se ama intensamente un día, y pasado el tiempo, no queda más que un suave cariño por aquella persona, que acaba convertida en trastos acumulados en una caja, una cara sonriente en una foto. Pero, en el fondo no fue mejor, sólo diferente. Al mirar atrás, lo malo se diluye, y lo bueno, brilla intensamente. Esa es mi conclusión, después de estar un buen rato echando la vista atrás, sonriendo, y recordando algunas de las cosas que me hacen ser quien soy. 

Pero no hay nada más bonito que el presente que se vive con intensidad, con ganas. Y hablando del presente, me siento bien, llena de ilusiones para el futuro, al menos el más inmediato. Pese a que el pasado, a veces, llame a la puerta y una no pueda resistir el impulso de abrir un poquito, y ver lo que trae, decido vivir el momento, ahora que estoy en la cresta de la ola, en la cima del mundo, en mi castillo entre las nubes.

Y si estar enamorada no fuera bastante impulso, haber visto una foto mía con ¡30 kilos menos! de hace una década, será un estupendo aliciente para seguir el maldito régimen que empecé la semana pasada, y que ya está dando sus primeros frutos.

Me propongo solemnemente colgar una foto mía si consigo bajarlos, con la salvedad de que las únicas promesas que se pueden romper, son las que una se hace así misma.

14 de febrero

14 de febrero

Hoy es el día de los enamorados, lara lara,.... La verdad no sé como sigue la canción, pero, aunque sea una historieta comercial, sobre todo, estamos todos y todas un poquillo más tontos, y tontas, jejejej.

Ayer mi churri, que apareció por casa dos días después del tremendo plantón del sábado (después de la discusión mañanera y de llevarse las poquitas cosas que evidenciaban que no estaba sola, !por fin!) que me sumió en la tristeza coyuntural más absoluta todo el fin de semana, me preguntó, con una media sonrisa.... "¿Me quieres?" Y yo, con una sonrisa completa le dije: "¿Yo? No".

Un rato después, le pregunté: "Y tú, ¿me quieres?". Y el me dijo, sin pensarlo demasiado, "¿Yo? No, tampoco". Y seguimos viendo la tele.

Nos fuimos tarde a dormir, y, como muchos días atras, dormimos más cerca el uno del otro, tocándonos los deditos de los pies, casi abrazados.

¡Feliz Día de los Enamorados!, como le he dicho a todo aquel que ha querido oírlo.

Virus y otras maldades

Virus y otras maldades

Seguro que el que se ha hecho fuerte en mi ordenador no es gallego. Me lo tengo que tomar con humor, porque película, video o cualquier otro archivo que paso de C:/ a D:/ desaparece convertido en algo parecido a esto [^&+$~oª#.>’i], ocupando espacio y no permitiéndome borrarlo. Y ya me estoy cansando.

Tendré que renunciar a ampliar mi colección gracias a las bondades del p2p durante unos días, porque, encima, en C:/ casi no tengo espacio. ¡Qué tristeza, por Dios! Y como siempre me dice mi madre, parece que todo lo que podría estropearse, huele que pronto viene la paga extra de marzo. ¡Cómo si no tuviera bastantes deudas ya, tendré que gastar, que no invertir, en mi máquina infernal!

En fin, peor es algo que vi en el periódico el otro día, que la verdad, debería consolarme cuando me sienta deprimida, sin un horizonte, sin paz ni sosiego, un pequeño insecto... Aunque, como a mi chico parece que le va gustando lo de fregar los platos, pues se me están acabando los motivos de queja. Y eso es bueno. Lo peor, que quiere que el domingo vayamos al fútbol, jejejejeje. Eso me faltaba.

El mando de la tele

El mando de la tele

Pues sí, después de unos días pensando qué escribir en mi aún recién estrenado blog, pues me encuentro con que, inmersa en la más absoluta y estúpida felicidad, no tengo tristezas que compartir.

Es extraño. Cuando más contenta está una, más pereza da sentarse en el ordenador, leer lo que otros han escrito (que, poco a poco, va desapareciendo el síndrome navideño, y la gente se va animando a actualizar sus bitácoras), o pelearse en los foros. Ni siquiera me apetece comentar las noticias más divertidas que me encuentro en el periódico (que sigo leyendo porque es parte de mi trabajo, no por gusto) o las más horrorosas.

Por supuesto sonreí alucinada con los supuestos entretenimientos de un conductor de la EMT, que digo yo que debe ser bastante estresante conducir durante ocho horas. Se me ocurre únicamente como disculpa que, quizá, no tiene tiempo, al final de la cabecera, de fumarse un pitillo en tres caladas, digo, para librarse de la ansiedad. 

Y me indigné, ¡cómo no hacerlo! con el régimen económico y ayudas de los señores diputados, sí, los mismos que han establecido que lo mínimo que una persona que trabaje 8 horas diarias debe cobrar son 560 euros (no, no cada semana, ¡al mes!). Y me pregunto, ¿dará para comprarse un pisito de 30 mts? ¿siquiera para alquilarlo? Al final, sí habrá que instaurar la poligamia (o poliandría, como me corrigieron una vez) porque debería una tener 7 u 8 maridos para vivir en condiciones dignas, tal como dice en su artículo 47 la Consti, llamada familiarmente así porque, por primera vez en la historia reciente de España, todos y todas somos capaces de recitar de memoria, al menos, uno de sus artículos, y con tanto mentarla, pues ya es, no sé, como mucho más cercana.

Volviendo a la poligamia, ahora mismo ya tengo mi primer posible "marido". Desde que mi churri (no cree el chico que podamos decir que somos novios, y no me gusta llamarlo "mi chico") y yo por fin hablamos, aclaramos malos entendidos y nos volvimos a ver, pues ¡qué os voy a contar!, estoy de cocinitas, frego los platos todos los días, me lavo 4 o 5 veces los dientes por la noche (o sea, después de cada cigarrito) para no perderme un solo besito, duermo calentita y abrazadita todas las noches, mi gato se reparte entre dos amores y he perdido el mando de la tele, que es cierto que Dios, ante la desobediencia de Adán y Eva, les expulsó del paraíso, o sea, a ella le dio la celulitis y a él le extirpo el mando, que era como un sexto dedo.

Es por eso que, cualquier hombre que se precie, lo primero que hará en casa de una es sentarse en el sofá para ser servido, y agarrar firmemente el mando de la tele, y cambiar compulsivamente de canal (bueno, hasta que encuentre fútbol). Por cierto, ayer empató el Chelsea (!)

Desde el tren

Desde el tren

Quería permanecer despierta. Cuando sales desde Atocha, a ambos lados de la vía, en un momento dado, tras los edificios en construcción y las fincas de cierta edad, atraviesas la mayor zona de chabolas que he visto nunca. Claro que yo no he viajado mucho.

He apurado medio cigarrillo que me quedaba y me he sentado en mi 8A del coche 3 del Alaris, o sea, nada de primera. Ante todo austeridad en los gastos, ... y en los salarios (casi todos).

Aún no he visto las chabolas y ya hemos llegado a los campos arados. Y el sol, hermoso y redondo como la luna llena, rojo como supongo es el fuego del infierno, ha terminado por desaparecer, sumergido en la lejanía. Creo que esta vez viajo en el otro lado del tren.

Vengo de El Escorial, donde ha pasado tres maravillosos y cansados días de amistad, reuniones, alguna copita de vino, asambleas de trabajadores, políticas salariales y mucho sueño. Creo que me traigo dos kilos más. Y unas cuantas fotos hechas desde mi ventana.

Grande y hermoso es el mundo. Sólo hace falta que sea más humano.

Alguien se está comiendo una naranja. ¡Huele de maravilla! En la estación, con un precio disparatado, uno de los directivos me ha invitado a un zumito. Claro, porque, no pudiendo fumar, ¡quién se toma un café con leche de 2 euritos!

Me gusta Madrid. Vengo por cosas del trabajo unas dos o tres veces al año. Siempre me da mucha pereza. Luego, siempre me quedaría. Además, es curiosa mi forma de irme. Voy sentada de espaladas. Es como querer llegar una y otra vez. Pero cada vez estoy más lejos. Algo así como las tensiones vividas entre el comité de empresa, dirección y el comité anti-comité de empresa. Se hacen demasiadas cosas intentando avanzar y cada vez estamos más lejos de un feliz final.

Áridos montes en el atardecer,

mientras vuelvo a casa.

Y el cansancio y la pena y la risa,

me embargan.

Siempre es bueno ver a los amigos,

saludar al enemigo

y volver a casa.

(20-01-06 - 18:20, Desde el tren)

A veces sólo llanto

A veces sólo llanto

Mujer, hermosa como toda mujer... ¿conoces esa sensación? ¿Conoces el amargo sabor de las lágrimas no derramadas, mientras cierras los ojos muy fuerte no queriendo ver? ¿Sabes tú de la tristeza de un vientre vacío, de unas manos extendidas, de la mueca desolada, de los hombros caídos, del nudo en la garganta, de las yemas de los dedos anhelando acariciar, de los labios temblando al recordar el beso que pudo ser y no fue?

Esa desilusión, ese miedo, esa pena, que ayer no estaba, cuando volabas en una nube, y soñabas y sonreías, y hoy... hoy domina todos tus actos, y te somete y te hunde, y piensas "quizá el mes que viene, o en primavera, o en un par de años,... quizá en otra vida".

¡Ay, mujer de vientre plano y cintura estrecha, que ansía poder acunar!

Risas y llanto

Risas y llanto

Hoy me he levantado poco menos que muerta de la risa. Y es que tenido un sueño alucinante, con todas sus letras. La cosa principal era que yo tenía un novio (¡cómo no!), al que quería mucho y que me quería. Pero por unas palabras pronunciadas en un momento de enajenación mental (transitoria, no vayas a creer), su familia y amigos habían considerado que yo debía ser castigada.

Él no quería que me sometiese a ese castigo, pero yo decidí que lo haría por amor, por su amor, para que vieran que yo le merecía y le quería de verdad.

En fin, que allá que me medio despelotan entre los 15 o 20 hombres fuertotes, y empiezan a... ¡torturarme! Con agujas, con cutex, apagando colillas en mis piernas.... Ha sido horrible, me sentía impotente, con dolores agudos con cada nueva herida, las lágrimas no me dejaban ver, intentando que de mi boca no saliera una sola queja, un solo grito...

Total que, en un momento dado, en que la humillación me sublevaba y la rabia me cegaba, los aparto violentamente, me levanto, cojo un cuchillo y degollo a un par de ellos, muy a lo Lara Crof.

Bueno, el sueño sigue, las tonterías también, pero son menos relevantes.

Moraleja 1: Jamás voy a permitir que nadie me haga daño físico. Y menos sin resistencia.
Moraleja 2: Estoy esperando la revancha de mi ex, al que ahora me ha dado por querer y echar mucho de menos, por la cochina e inmoral venganza que me ha puesto en bandeja y no he podido desaprovechar.
Moraleja 3: No tengo que dejar que las noticias me sugestionen de tal manera que traslade la triste vida real a mis sueños.

Sed felices.

PD: Acabo de darme cuenta de que hoy es viernes 13....¡madre mía!

El triunfo del amor

El triunfo del amor

Seis meses han pasado, publica El País, desde que Carlos y Emilio se casaron. Más de 30 años juntos, compartiendo alegrías y penas, esperanzas y miedos, piso, cama, y quizá hasta la pasta de dientes. Por fin hemos sigo testigos de su compromiso, de su amor.

Me alegro por ellos, por sus familias y amigos, por todos aquellos que buscamos el verdadero amor, que tenemos la ilusión de encontrar, un día, a alguien que nos aguante tanto tiempo y a quien aguantar, que nos haga reir y con quien podamos llorar.

Felicidades a ellos, y esas más de 500 parejas que les han seguido. Aunque pensándolo bien, serán miles y miles las parejas que, en estos seis meses, se han atrevido a enlazar su destino al de otra persona. Suerte para todos ellas.

¡Qué más quisiera yo que despertar un día junto a alguien y poder recordar treinta años de amaneceres juntos! 

A pesar de la lluvia...

A pesar de la lluvia...

Hace unos días, mi madre y yo decidimos que nos iríamos a gastarnos algunos euritos en el primer día de rebajas. Así que, a pesar la lluvia, nos hemos ido, como gente humilde que somos, gravemente afectada por la cuesta de enero, a C&A, que tiene buenos precios, tallas grandes y 2 zonas de probadores, no sin antes echar de menos a Inma, mi amiga de los bolsos, que hoy se habrá tomado descanso, como la mayoría de los puestos del mercadito y después de pasar por Saldos Canarias, para comprar ropita interior (nada sugerente, sólo lo imprescindible).

Llegamos a Nuevo Centro sobre la 1 del mediodía y miramos unos cuantos escaparates, buscando quizá algún cartel del tipo "Todo al 50%!!!!", pero, ¡qué va! En la única tienda en la que vi algo así era en MNG, y allí hace mucho tiempo que ya no entro ni a mirar qué se lleva.

Total que nos hemos pasado hasta las 5 de la tarde entrando y saliendo del probador, calculando mentalmente cuál era el precio de la maravilla en cuestión, pensando con qué podremos combinar ese sueter fucsia o intentando averiguar cual de los números de la susodicha etiqueta era realmente la talla .

Al final he salido de allí con dos chaquetas y un jersey de punto, y estoy bien contenta. Y no me he gastado ni 40 euritos.

Luego, como nos caíamos de hambre, hemos buscado un barecillo para encontrar algo a lo que hincarle el diente. Busca tú allí un bar para fumadores. Me ha chocado no encontrar ninguno, y eso que todos están practicamente al aire libre. Haciéndome la loca, poniéndole pegas a todos, he conseguido que le diéramos la vuelta a la "Pirámide Musical" y fumarme mi cigarrito, y ya me ha dado igual dónde entrar. Eso sí, me he ahorrado el café. Eso de tomar café sin fumar, como que no.

Después nos hemos ido a una tienda de artículos textiles chinos, que, aunque no se debería, pues, mira, ahí encontré unos vaqueros elásticos con los que poder respirar después de comer. Al final han sido dos. Já.

En definitiva, lo hemos pasado bien, vuelvo equipada para acabar el invierno, y ahora voy a descansar un rato, antes de arreglarme para irme de fiesta con la Josefina.

¿Qué nos deparará la noche? Su último cutre-ligue le ha "regalado" para navidad una bolsa de aseo de hombre, con un spray para el aliento (¡juro que es cierto!), pasta de dientes, vaselina perfumada, una esponjita, champú para cabellos secos y un desodorante roll-on (¡¡¡¡positivamente usado!!!!) No sé si el pobre cutre-chico se habrá dado cuenta de que ella se ha dado cuenta de que él no la quiere. Seguro que hoy no acaban en su casa. Y mañana tampoco.

Y yo, ¿qué? Le he llamado hasta cansarme, y no me quiere coger el teléfono. Sé que hay cosas que no deberían decirse nunca, pero si fueron dichas, hay que dar al otro la oportunidad de disculparse, y de paso tú puedes soltar unos cuantos gritos más. Al final le he mandado una postal electrónica, que sé que leerá, aunque no sé si me responderá. Digo yo que, si uno rompe con su pareja, lo menos que puede hacer es decírselo, ¿no?

O sea, que, a pesar de la lluvia, sigo pensando en Jus. O más bien gracias a ella.

Todo marchita

Todo marchita

No sé que me ha pasado este último año, pero no consigo que una relación me dure más que un telediario, bueno, sin exagerar, apenas unas semanas. ¿Lo último? Prepotencia, desconfianza, inquisición....

Parecía que esta vez iba a ser distinto, pero no. Nada dura, nada es verdad, no puedo soportarlo.... más.

Mala poesía para tanta angustia. Y luego está el miedo. Ahora entiendo un poco más a las mujeres maltratadas. Y luego reivindicamos nuestra fortaleza frente al estereotipo de "El sexo débil". No somos débiles. Es que no tenemos tanta fuerza física como los hombres. Ni de lejos.

En una semana he pasado por dos momentos.... digamos... violentos. Ahora sé lo que es querer irte y no poder, porque una mano fuerte, que antes te acariciaba, ahora te retiene, te somete, te inmoviliza.  Sin apenas esfuerzo.

No me han pegado, no. A tanto no han llegado. Pero en sus ojos veía las ganas de hacerlo. En los tuyos Jus. Porque en los de Víctor, sólo era ese falso e inexistente amor el que te dominaba. Y no puedes quereme. No me conoces. Y de hecho, no me quieres. Si me quisieras, si te importara, me habrías dejado marchar, en la primera petición, en la primera súplica.

Pero  no lo hiciste. Y ahora, miro sobre mi hombro. Miro a mi alrededor. Deseando no verte, que no me toques, que te apartes de mi camino, de mi vida. No quiero sentir miedo, pero, ... mujer prevenida vale por dos.

Por cierto, gracias, Josefina. Por contestar mi móvil, por mí, y repetir incesantemente, "Creo que te has equivocado. Este mi teléfono. Y aquí no hay ninguna X"

Bip, bip, bip.

Mal rayo te parta

Mal rayo te parta

Menudo comienzo de año, sin ti, cerca de ti. Aún siento tu ira por mis palabras, tu prepotencia por ser más fuerte, tu sonrisa mientras me sabías ansiosa, y sin embargo te alejabas, mientras seguías mirándome y controlándome.

Pues no señor, no señor. Así no me tratas. No te lo permito. A mi me respetas, me das mi lugar, me das mi tiempo, o si no....

Valiente amenaza.

Adios 2005, ¡¡¡¡adiós!!!!

Adios 2005, ¡¡¡¡adiós!!!!

Bueno, bueno, bueno. Esto se acaba. Quedan unas 8 horas para que se acabe el año. Echando la vista atrás, "alucinadamequedo" de todo lo vivido.

El 2005 lo empecé en cama, enferma, en Guinea, sin uvas, sin tacones, con fiebre, sin luz.... Y luego.... los hombres.... el enemigo. Chicas, estaréis de acuerdo conmigo que este es un gran tema, para, echando la vista atrás, valorar qué tal fue el año.

Recuerdo a mi último NOVIO (así en mayúsculas, por lo importante que ha sido en estos 6 años, por lo mucho que nos hemos querido - siempre nos quedará ese París al que nunca fuimos- y todo el daño que nos hemos hecho).

Recuerdos para mi primer rollito, nigeriano él, que acabo medio chalado el pobre (aún tiene la poca vergüenza de buscarme, eso sí, sin los 100€ que aún me debe, tonta que es una); después para mi guineano, de Guinea Bissau, especial donde los haya (joven, futbolista, guapetón, egoísta,... lo demás me lo callo).

Especiales recuerdos también para mi actual granito en el c...., Jus, que me tiene frita de lo puñetero que es (que si esta salsa no está bien hecha, que si "no se te olvida algo - mientras por fin me siento a la mesa, después de cocinar, poner la mesa y hasta elegir la peli para ver en el dividi, mientras el señor me mira ir y venir a la cocina - puto yogur de fresa). He de reconocer que me hace reir hasta decir basta. No todo iba a ser malo. Sino, ¿qué carajo hago aguantando tanto?

¡Que absurdos son los hombres! Un recuerdo también para todos aquellos que intentaron llevarme al catre, sin gastarse un duro, ni una triste cenita, apenas unos SMS por no hacer una llamada. Joder, con eso de que soy de vodafone, todos intentan escaquearse un montón. De aquí saque mi teoría sobre las relaciones (y espero que alguien me saque algún día de mi error): ¡LOS HOMBRES SÓLO QUIEREN FOLLAR RÁPIDO Y BARATO!! (¿He dicho yo follar? Desde luego, el glamour no es una cosa que haya interiorizado este año, seguro)

Este año ha sido el año del sexo, y obvio los cuatro meses que me tiré pasando la mano por la pared, que creo que hasta blanca se me ha quedado (bueno, color melocotón es mi cuarto del ordenata) Ni siquiera diré que ha sido el mejor, aunque creo que alguna cosa he aprendido. No. Hablo de cómo se ha incrementado mi experiencia. En 12 años estuve con 2 chicos. En un año, gracias 2005, con 3, y ¡pudieron ser más, muchos más!

Aquí toca mención especial para mi MEJOR AMIGA (también en mayúsculas, vaya que sí), mi Josefina. No, no tuve sexo con ella. Es otra clase de pasión. Ella que siempre está ahí, dispuesta para matarme de la risa, para escuchar mis resúmenes, para comentar antes de salir todo lo que puede suceder, y al día siguiente, para recrearnos con el detalle diferido de todo lo acontecido. Por cierto, si no tenéis mejor amiga, es cuestión de ir buscándola: ¡es imprescindible, como el perfume, que hay que ponérselo todos los días!

Y luego está la familia.... ese grupo de personas que son imprescindibles a veces, insoportables otras. Bienvenidas mis niñas pequeñas (felicidades, primas por cada uno de esos dos bomboncitos) y por supuesto, gracias, Mamá, por todo, por siempre, para siempre, maravillosa amiga incondicional, que te da el tironcito de orejas, y un beso en la frente.

Un momento, voy a la cocina a por más vino tinto, jejejjee. ¿Qué pensabais? No se puede realizar un discurso digno de la recogida de un oscar, un MTVA  o su versión musical, sin pegarse un buen lingotazo, que nuble un poquillo la mente, y suelte las palabras.

Sí, lo confieso, estoy embargada por la melancolía.... O sea, estoy pelín bolingui. Y qué mejor manera de acabar el año. Inaugurando blog, intentando averiguar con cual de mis trapitos estaré menos fea y pareceré más... menos gorda :-(, con el abrigo puesto desde que subí del mercadito, y una lagrimilla, no sé si será el vino, en el ojo derecho.

A todos y cada uno de los que, algún día, espero que lleguen a leerme.....¡no lloréis, el año que empieza en 7 horas (seis y media ya) puede ser igual de malo que el que está a punto de acabar. Digo, o un poquillo mejor. FELIZ AÑO 2006, felices errores, que los veréis, felices amores, que... degustaréis. Si el 2005 fue tremendamente doloroso, por aquello del 5, seguro que el 6, peor no podra ser.

Posdata: El trabajo, bien, esperando que mejoren los sueldos. La vida, no soy yo quién para decir, leed un periódico, por Dios. Dos mejor que uno. Repito, la vida, pues aquí, sin llegar a fin de mes, pero no hay mal que dure cien años. La salud.... ¡virgencita, que me quede como estoy! Otro día os hablaré de mi traumatica experiencia con la extracción de muelas.